El diseñador Rune Larson ha creado un concepto de móvil que haría las delicias del profesor Xavier, aunque parece muy alejado de la realidad. Se trata de un dispositivo que cambia de forma, incorporando dos superficies de plástico en su diseño: una flexible y otra dura, con líquido entre medias. El líquido sería apretado entre las capaz, proporcionando diferentes formas a la superficie.
Gracias a esta tecnología, en teoría, se puede generar una gran variedad de teclados, logrando un punto de contacto entre las actuales pantallas táctiles y los tradicionales teclados. Probablemente, hay muchas otras aplicaciones posibles, aunque no sé si el concepto es siquiera factible en este momento. Y mucho menos, comercializable
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